Me llamo Lucas y quiero compartir mi historia contigo. Desde muy joven, siempre soñaba con pinchar en las mejores discotecas y compartir mi amor por la música con el mundo. Y finalmente, tuve la oportunidad de convertir me en DJ.
Cuando comencé a pinchar en fiestas locales, no podía creerlo. El apoyo y la buena vibra de la gente en mi pueblo me hicieron sentir que estaba en la cima del mundo. Me convertí en un DJ con bastante trabajo en diferentes clubs y fiestas de pueblos alrededor y parecía que todo estaba yendo de maravilla.
Trabajaba en clubes y eventos, fiestas de empresas, festivales locales, verbenas, celebraciones de todo tipo… pero las condiciones laborales eran realmente terribles. Muchas veces tenía que lidiar con “promotores” mafiosos que solo buscaban su propio beneficio y no les importaba mi bienestar y crecimiento profesional. No me querían contratar, como mucho me pedían factura pero la mayoría de veces preferían pagarme en negro y hacían lo que fuera por no responsabilizarse y cada semana era una lucha constante para llegar a fin de mes. Por no hablar de que muchas veces no querían pagarme ni los gastos del desplazamiento, del equipo o un sitio para dormir.
La vida de noche, la presión constante y la falta de descanso comenzaron a pasar factura, si no lo hacía yo, me sustituirían por otro. Sentía un agotamiento extremo y ya no podía disfrutar de la música como lo hacía antes. La soledad también se convirtió en un problema. A pesar de estar rodeado de personas en las discotecas, me sentía aislado . Iba de un sitio a otro con el coche y el equipo de sonido. Me comi mucha carretera yo solo.
Mi salud se vio afectada de manera significativa. Experimentaba niveles crecientes de ansiedad y estrés por el tema económico, el futuro y la estabilidad. Mi espalda y el cuello de la tensión eran un cúmulo de nudos. Me gastaba una pasta en fisio por que no tenía tiempo para apuntarme a natación y con hacer pilates no era suficiente. Me planteaba buscar otro trabajo… Pero ¿cómo podía abandonar mi pasión? La música era mi vida. Y no sabía hacer otra cosa!
Decidí buscar ayuda y comencé a ir a terapia para tratar mi depresión. Mi terapeuta me instaba a considerar un cambio de entorno laboral, pero eso significaba dejar atrás mi carrera como DJ. Sentía un miedo abrumador de perder mi identidad y todo lo que había conseguido.
Pero llegó un punto en el que tuve que enfrentar la dura realidad: no estaba disfrutando de ser DJ.
Decidí tomar un camino diferente. Me alejé de la escena nocturna y comencé a explorar otras formas de compartir mi amor por la música. Encontré un equilibrio entre mi pasión y mi bienestar mental. Creé mi propio sello y academia de producción y agencia de eventos/fiestas y me rodeé de personas que compartían mi visión y valores. Sigo pinchando de vez en cuando y lo disfruto.
Hoy en día, me dedico a producir música y a ayudar a otros artistas emergentes. Mi objetivo es crear un entorno seguro y auténtico donde la salud mental sea valorada y promovida y se valoren los derechos laborales en el oficio de DJ. He aprendido que no hay nada de malo en poner límites y cuidar de uno mismo.
Mi historia es un recordatorio de la importancia de hablar sobre la salud mental y el autocuidado. No importa cuál sea tu pasión o carrera, siempre debes priorizar tu bienestar emocional y mental. No tengas miedo de buscar ayuda y de hacer cambios si es necesario.